¡Esto es otra cosa!, esta sí es la boda que estaba esperando todo el año. Novios guapos, entornos exclusivos ¡pijería a tutiplén!

Para mí, la novia perfecta del verano. Si pienso en la imagen de una princesa, sin duda alguna es la  de Beatrice con cada uno de los tres vestidos elegidos para su boda religiosa. Elegante, sencilla,  guapa y por fin, una novia bien peinada. ¡Que alguien me pellizque porque no me lo puedo creer!

Cada uno en su estilo, es totalmente perfecto Con el primero, de Ferretti, me viene a la mente sensación de comodidad, frescura, exclusividad. El segundo, de Armani, es sencillamente exquisito. No le pongo ningún pero .El vestido entero de encaje no necesita nada más.

Los zapatos me han dejado loca, los adornos del pelo de brillantes, súper ideales de la muerte.

Vamos, que me ha dejado con la boca abierta y ya cuando he visto la foto del tercero, es cuando me he muerto de envidia, me gusta, lo necesito y ¡tengo que tenerlo! Y por esas sandalias yo sí que mato.

Pierre, también muy guapo, de gris, raro en un novio tan joven, me ha recordado a Carlos de Inglaterra, pero claro, ni quitar, ni poner. Tenía complicado lucir teniendo al lado a Beatrice, pero lo ha conseguido. Son una pareja 10.

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¿Y el resto, qué?, ay madre que no sé por dónde empezar. Por Carlota mismamente, que como me ha decepcionado tanto, no la voy a dejar para última.

Esta chica que con 15 años ya se creía que no iba a tener tiempo de llevar tacones, maquillajes… le faltó tiempo para pintarse como una puerta falsa y ahora que se casa el hermano me va de esta guisa con un vestidillo de encaje color lima que no le favorece nada, con manoletinas en plata, pero ya si los complementos son un bolso grande color cuero, que  es el que te pones para trabajar todos los días y un pañuelo reliado sin gracia alguna, pues ya me contaréis.

El “vaya yo caliente, ríase la gente”, en una boda va a ser que no, si es la de tu hermano, menos y si encima eres Carlota de Mónaco ya ni te cuento. Que alguien investigue quién ha abducido a esta chica y le ha hecho perder el glamour, porque no entiendo nada. Ah, me dejaba sin comentar los pelos, pero ¿para qué?, si más de lo mismo.

Los años no perdonan a nadie Carolina de Mónaco no iba a ser un excepción, pero quien tuvo, retuvo y ese cuerpo de flores sólo lo puede lucir ella sin que la haga más gorda. Me ha gustado y eso que a mí el malva no me gusta mucho.

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Por cierto, ya está tardando en dar lecciones de estilismo a su hija Alexandra, que entre lo caballona que le ha salido, si es que es alemana la pobre y el lazo que le ha plantado al vestidito en cuestión… ¡qué horror! Vaya vestido basto y ya no es ninguna niña para ir con un bolsito colgado y sin un taconcito.

Si esto es ahora, no quiero ni pensar en lo que nos deparará en un futuro.

¿Y mi Estefanía?

Si es que no merece la pena ni que la saquen en la revistas, ni que la comentemos. Yo tenía mis esperanzas puestas en la hija mayor, en Pauline, pero se han esfumado cuando he visto el vestido que se me ha enganchado.

En las tiendas “La mulaya” los tienen bastante más bonitos. Y  si a la madre no le da para peluquería, lógicamente a ella tampoco.

Ahora, dando un repaso por los invitados, me llama la atención la ausencia de Alberto y su «feliz» mujer tanto como la presencia de Mette Marit y más aún la de su hijo.Siento si soy mal pensada, pero alguien debería decirle a esta chica que un buen braguetazo sólo llama a tu puerta una vez en la vida.

Me temo que ya lo quiere emparentar con la realeza…y de sus modelitos , ¿qué de cir?, que tener un presupuesto del estado para su fondo de armario y representación y que vaya siempre como Noeli y el abuelito Yulupuki,debería estar tipificado como delito.Si el mejor peinado que te sabes hacer es una trenza con diadema, mejor te quedas en casa.¡Sólo Isabel Preysler sabe llevarlas como peinado de fiesta!.

Del resto de invitadas, no destaco a ninguna, muy normalitas y que «el vaya yo caliente , ríase la gente», nooooooooooo.

Todas con sandalias para bajar a hacer la compra. ¡Si Mª Teresa Campos aguanta valientemente sus tacones, porqué ellas no?, me parece un abandono total a la comodidad y yo soy de la opinión que para presumir, hay que sufrir.

Dejando los tacones en casa, no consiguen nada más que quitar elegancia y feminidad a cualquier modelito que se pongan, por muy alta costura que sea.Menos mal, que me ha dado una gran sorpresa Tatiana Santo Domigo, ella por fin ha dejado las chanclas y se ha subido a unos taconcitos rojos.A ver si va a aprendiendo.

Por cierto, cuando he visto la foto de su hermano, me ha venido a la mente la imagen de Horancio Pinchadiscos.¡Igualito!

Deseando estoy ya de ver otra boda real, pero de las de verdad.Echo de menos los trajes de Mary de Dinamarca, nuestra Leti…peeeero, me da que aún tendré que esperar.